Mente y Cuerpo

Hacer ejercicio no aumenta el apetito sino todo lo contrario

Hacer ejercicio es una de las claves a la hora de controlar el peso corporal...

Loretta Chantiri

Hacer ejercicio no aumenta el apetito, de hecho podría reprimirlo
(Foto: Pixabay)

Hacer ejercicio es una de las claves a la hora de controlar el peso corporal y llevar una vida saludable, sin embargo, hay quienes viven con la idea de que el hecho de ejercitarse aumenta considerablemente el apetito por lo que prefieren abstenerse de la actividad física, todo por no aumentar su consumo de calorías.

Muchos pensarían que después de un fuerte entrenamiento o una clase intensa donde quemas unas cuantas calorías, lo primero que te pedirá tu cuerpo será recuperar toda esa energía perdida mediante la ingesta de alimentos, posiblemente altos en calorías como una buena pizza.

No obstante, es mucho más probable que suceda lo contrario. Es claro que quienes se ejercitan constantemente necesiten aumentar su consumo de proteínas, lo cual es algo bueno, pero nada indica a que el ejercicio desate un apetito incontrolable.

En un estudio publicado a través de la revista Medicine and Science In Sports and Exercise, los investigadores observaron cómo el ejercicio intenso afectaba el hambre en las personas, lo que los llevó a comprobar que es más eficaz para reducir el consumo de calorías que simplemente reducir las calorías por medio de una dieta.

Hacer ejercicio no aumenta el apetito, de hecho podría reprimirlo

(Foto: PIxabay)

Los especialistas a cargo de la investigación observaron el consumo total de calorías de dos grupos de personas. El primero creó una baja de calorías simplemente reduciendo su ingesta de alimentos, y el segundo creó una baja de calorías al hacer una carrera en la cinta de correr de intensidad moderada durante 90 minutos. Después le presentaron a cada grupo un buffet de todo lo que pueda comer para medir su nivel de consumo calórico.

Sin duda algo difícil de resistir para cualquiera, pero lo que realmente sorprendió a todos es que el grupo que acababa de hacer ejercicio consumió alrededor de un tercio menos de calorías que el grupo que había estado a dieta todo el día con un diferencia de 663 a 947 calorías.

Los resultados los llevaron a plantear o descubrir que cuando se realiza ejercicio, la hormona del hambre o grelina, disminuye, y los niveles de la hormona supresora del hambre mejor conocida como péptido YY, aumentan.

Mientras que cuando restringimos las calorías o la ingesta de energía a través de la dieta, sucede todo lo contrario.

Hacer ejercicio no aumenta el apetito, de hecho podría reprimirlo

(Foto: Unsplash)

Los investigadores se plantean la hipótesis de que este efecto represor del apetito provocado por el ejercicio tiene que ver con el flujo sanguíneo al estómago. “Dado que la grelina se produce en las células del estómago, un flujo sanguíneo reducido al estómago podría conducir a una reducción de la grelina en la circulación”, menciona David Stensel, autor principal del estudio.

Lo que también es verdad es que depende mucho de la intensidad y el tiempo del ejercicio que se realice puesto que en investigaciones pasadas, Stensel descubrió que el ejercicio de intensidad vigorosa como correr o una clase fuerte de spinning, redujo la hormona del hambre, pero la intensidad moderada como una caminata rápida, no produjo el mismo efecto.

Esto podría resumirse en que, cuanto más ejercicio hagas, más tiempo experimentarás el efecto represor del apetito dejando completamente claro que el ejercicio no aumenta las ganas de comer, mucho menos de comer comida poco saludable así que ¡no más excusas!

Hacer ejercicio no aumenta el apetito, de hecho podría reprimirlo

(Foto: Unsplash)

Si quieres perder más peso, mas allá de la dieta, lo mejor siempre será que optes por la actividad física.

Con información de Shape.

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