No caigas: Cómo tratar con personas que te caen mal de manera inteligente
Seamos sinceros. Todos conocemos a una persona (o varias) que es difícil de tratar y...

Seamos sinceros. Todos conocemos a una persona (o varias) que es difícil de tratar y por más que lo intentes, no te puede caer bien; desde algún compañero o compañera de la escuela, tu suegra o hasta tus colegas del trabajo. Sin embargo, no siempre puedes escapar de ellos y tampoco es sano enfrascarte en un pleito, entonces, ¿cómo tratar con personas conflictivas de manera inteligente?
Y si te estás preguntando por qué deberías cambiar tu manera de manejar a esas personas en vez de evitarlas, recuerda que si te restringes con quién puedes convivir en familia o con quién puedes trabajar, solo te estás limitando a ti mismo. Así que en lugar de huir, te sugiero intentar cambiar la perspectiva.
Algunas personas exitosas han revelado sus mejores consejos para salir bien librado de esas situaciones incómodas, sin “despeinarte” en el proceso.
Acepta que no puedes llevarte bien con todos
Como diría mi mamá: “no somos moneditas de oro para caerle bien a todos”. No es posible caerle bien a tooodo el mundo, y eso está bien; no por ello eres una mala persona o quienes te caen mal lo sean.
De hecho, según la psicología existen distintos estilos de comportamiento que pueden interponerse a la hora de interactuar; por ejemplo, algunos son dominantes, otros son tímidos y algunos más, son optimistas. Este es uno de los factores por los que posiblemente no encajas con esas personas que consideras “conflictivas”.
Además, hay algo que se llama “Ajuste regulatorio”, el cual según una investigación de Hamstra et al, significa que es más probable que pongamos esfuerzo en las cosas que nos gusta hacer, lo cual incluye a las personas que nos gustan. De ahí que probablemente ni siquiera intentes socializar con las personas que te caen mal y con el tiempo, esa falta de esfuerzo se convierta en desprecio.
Intenta ver el lado positivo
De acuerdo con la psicóloga Susan Krauss, es mejor intentar cambiar la manera en la que vemos las cosas. Por ejemplo, es probable que tu suegra no haya querido insinuar que no eres inteligente o que tu compañero de trabajo no está intentando sabotearte… ¡uno nunca sabe!
Y si esa persona que te desagrada te está molestando de manera directa, el que te enojes sólo te hará lucir mal y les das un punto a su favor: ganó lo que buscaba.

(Foto: iStock)
El control de las emociones frente a personas que te caen mal
Seguramente esto ya lo has escuchado antes, pero sólo tú tienes el control sobre tus emociones y cómo reaccionas ante ciertas personas; ellos solo te volverán loco si tú se los permites.
No pierdas el control de ti mismo; a veces basta con sonreír y asentir con la cabeza.
La clave, es tratar a todos con el mismo nivel de respeto, aunque no estés de acuerdo con todo lo que dicen. Lo importante es actuar con educación para tampoco dar una impresión de que estás atacando a alguien de manera personal (lo que le da ventaja a ellos y no a ti).
Nada es personal
Concéntrate en el tema y no en la persona; muchas veces los malentendidos no son más que eso. En este punto te ayudará más si has trabajado en tu empatía; intenta ponerte en los zapatos de la otra persona y ver el conflicto desde su perspectiva, quizá eso te ayudaría a comprender mejor su manera de actuar.
Además, intenta no reacciones de manera intensa o violenta porque tu interlocutor puede reaccionar igual, y esto solo irá a peor. Si no puedes y necesitas espacio personal, tómalo, respira y luego continúas con la charla.
Elige tus batallas y no te pongas a la defensiva… aun si te caen mal
Los especialistas recomiendan aprender a determinar cuándo es mejor dejar pasar las cosas, pues no todo merece que dediques tanto tiempo y atención. Así que pregúntate si el problema podría solucionarse o solo puede empeorar; en este último caso, es mejor resolverlo porque eventualmente sucederá.
Y cuando lo hagas, la psicología recomienda que no te pongas a la defensiva pues solo les darás más poder sobre ti a esas personas conflictivas o que te caen mal.
Es mejor dirigir la atención hacia ellos y hacerles preguntas de sondeo como cuál es su problema en particular; también puedes hablar más rápido cuando no estás de acuerdo con alguien, de esa manera, la otra persona tendrá menos tiempo para procesar lo que estás diciendo.
Y por último, recuerda que solo tú eres el encargado de tu propia felicidad o infelicidad; no te compares con otras personas, en vez de eso, intenta recordarte todos los días los logros que has alcanzado y lo mucho que vales.
Información de Psychology Today y Business Insider.