Razones por las que tu ropa blanca se pone amarilla cuando esta guardada
Unos de los más grandes misterios de la limpieza del hogar sin duda es cuando la...

Unos de los más grandes misterios de la limpieza del hogar sin duda es cuando la ropa blanca, aún estando lavada, planchada y doblada, se pone amarilla cuando está guardada; todo sin razón aparente. Te contamos por qué ocurre este fenómeno para que aprendas cómo evitarlo a toda costa.
Si alguna vez te ha pasado, seguro te habrás dado cuenta que este fenómeno no sucede cuando la ropa blanca lleva un par de días en los cajones o colgada en clóset, sino cuando ya han transcurrido varias semanas, meses e incluso años, puesto que a pesar de estar guardada, sin uso, en un lugar fresco y sin luz solar, ocurren reacciones químicas invisibles y deterioros que cambian el color blanco a un horroroso tono amarillento.
Pero, ¿por qué ocurre esto? Existen unas cuantas posibles explicaciones para determinar por qué la ropa blanca se pone amarilla cuando esta guardada. Son las siguientes:

Comienza a cuidar tus playeras, camisas y más prendas blancas. | Foto: Freepik
Demasiado blanqueador o cloro
“Blanqueador”, su mismo nombre lo dice, por lo que no habría razón para no usar este líquido en nuestras prendas color blanco. No obstante, el exceso hace que la ropa se ponga amarilla rápidamente.
El cloro o blanqueador para ropa es un desinfectante bastante fuerte y que en demasiada cantidad, hace que las telas se deterioren y se pongan amarillas con el tiempo.
Por ello, hay quienes recomiendan una aplicación de vinagre destilado durante el ciclo de enjuague de un lavado con blanqueador ya que ayuda a neutralizarla y evitar ese feo color amarillamiento.
Insuficiente jabón y lavado
No está bien vaciar todo el bote de detergente a la hora de lavar la ropa ya que solo desperdiciamos, gastamos más dinero y contaminamos más al planeta, sin embargo, tampoco se debe exagerar, puesto que la poca cantidad de jabón durante el ciclo de lavado permitirá que la suciedad quede adherida a las pequeñas fibras de la ropa.
Esto generará que, durante su almacenamiento, esta suciedad se degrade, dejando manchas. Por lo tanto, una limpieza bien hecha y un buen secado antes del guardar la ropa blanca ayudará a evitar que se ponga amarilla.
Enjuague insuficiente
Si lavas a maquina, seguramente sabrás que cada ciclo de tu lavadora cuenta con un ciclo de enjuague el cual suele ser con agua fría. Este ciclo resulta importante ya que ayuda a retirar el exceso de jabón y suavizante que a la par se solidifica debido a la temperatura del agua dejando una delgada capa sobre la tela de la ropa.
Pero si el enjuague es insuficiente y los residuos que dejan en la ropa son demasiados, solo provocarán que las telas de color blanco tomen ese color amarillento durante el guardado.
Deterioro de fábrica
Aunque no lo creas, el blanco es un pigmento; los fabricantes de ropa tiñen de blanco las telas usando agentes blanqueadores.
Estos agentes, cuando son de mala calidad, pueden degradarse durante el almacenamiento, dejando manchas amarillas en la ropa. Generalmente, el color blanco puede restablecerse con un nuevo tratamiento de blanqueador comercial durante un lavado a máquina, aunque no siempre da resultados.
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